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Tifus - Alerta Sanitaria - 30.11.17

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Alertas sanitarias

Increased Flea-borne (Murine) Typhus Activity in Texas

November 30, 2017

Due to increased reports of flea-borne (murine) typhus during 2017 from multiple areas of Texas, DSHS is requesting that healthcare providers increase their clinical suspicion for patients presenting with fever and one or more of the following: headache, myalgia, anorexia, rash, nausea/vomiting, thrombocytopenia, or any hepatic transaminase elevation. The diagnosis of flea-borne typhus relies on a high index of clinical suspicion and the results of specific laboratory tests.

Flea-borne typhus is caused by infection with the bacterium Rickettsia typhi (or R. felis). Rat and cat fleas are the primary vectors. Transmission to humans can occur when infected flea feces are scratched into a bite site or another abrasion in the skin, or rubbed into the conjunctiva. Rats, opossums, and cats are thought to be the primary reservoirs of the disease in Texas.

People with typhus report non-specific symptoms including fever, headache, chills, malaise, anorexia, myalgia, rash, nausea, and vomiting. Laboratory findings may include thrombocytopenia, hyponatremia, elevated hepatic transaminases, and CSF abnormalities consistent with aseptic meningitis. Although flea-borne typhus is often a mild, self-limited illness, more than 60% of reported cases are hospitalized. Since 2003, eight deaths have been attributed to flea-borne typhus infection in Texas. When left untreated, severe illness can cause damage to one or more organs, including the liver, kidneys, heart, lungs, and brain. As with other rickettsial infections, prompt antibiotic treatment is recommended; treatment should not be delayed pending diagnostic tests. Additional clinician guidance on typhus can be accessed at the CDC website.

Over 2,800 cases of flea-borne typhus were reported in Texas between 2000 and 2016 [median = 157 cases/year; max = 364 cases/year (2016); min = 22 cases/year (2001)], and over 400 reported cases are expected for 2017. In previous years, typhus was primarily reported from South Texas, along the Gulf Coast (Nueces County), and Central Texas (Travis and Bexar counties). In 2017, increased typhus activity has been noted in the Dallas-Fort Worth and Houston areas. Cases are reported year-round, but the majority of typhus cases occur between May and July, with another peak in December and January. Typhus can occur in any age group, but over 25% of cases are reported among those between 6-15 years of age.

Laboratory Diagnosis of Flea-borne Typhus Infection

Laboratory testing is required to confirm a diagnosis of flea-borne typhus. The most efficient and readily available diagnostic method to confirm infection with R. typhi is the detection of IgG antibodies to R. typhi using an indirect fluorescent antibody (IFA) test in acute and convalescent serum specimens collected at least 3 weeks apart. However, because antibodies for rickettsial diseases can be cross-reactive, specimens should be tested against a panel of Rickettsia antigens, including, at a minimum, R. rickettsii and R. typhi, to differentiate between the spotted fever group and non-spotted fever group Rickettsia spp. Many commercial laboratories offer rickettsial serology testing, but it should be noted that ELISA or EIA tests are not reliable for rickettsial disease diagnosis. Molecular testing is a more definitive testing option. Whole blood collected within a few days of illness onset may be tested by PCR in an attempt to detect Rickettsia spp.

Rickettsial panel IFA testing is available at the DSHS Laboratory. It is desirable to submit a volume of 2 mLs of serum per specimen. Serum samples may be refrigerated for transport if the specimens will be tested within 48 hours. If not, ship frozen at 2°-8°C. If molecular testing is preferred, whole blood samples may be routed through the DSHS Laboratory to CDC. Guidance for the submission of specimens to the DSHS Laboratory for typhus testing can be found at Laboratory Services- Typhus. Please contact the DSHS Laboratory at 512-776-7514 during regular business hours with any questions about typhus diagnostic testing.

Disease Reporting

Flea-borne typhus cases are required to be reported to the local health department (LHD) within one week. If there is no LHD, reports can be made to the Regional DSHS Zoonosis Control Office. Contact information for Regional Zoonosis Control staff is available.

ALERTA SANITARIA

Aumenta la actividad del tifus murino (transmitido por pulgas) en Texas
30 de noviembre de 2017

Debido al aumento de casos de tifus murino (transmitido por pulgas) en varios puntos de Texas este año, el DSHS ha pedido a los proveedores de servicios de salud que aumenten sus sospechas clínicas en pacientes que presentan fiebre y uno o más de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, mialgia, anorexia, sarpullido, náusea o vómitos, trombocitopenia o elevación de las transaminasas hepáticas. El diagnóstico del tifus transmitido por pulgas se basa en un alto índice de sospecha clínica y los resultados de pruebas específicas de laboratorio.

Antecedentes

La causa del tifus transmitido por pulgas es la infección por la bacteria Rickettsia typhi (o R. felis). Las pulgas de ratas y gatos son los vectores primarios. La transmisión en humanos puede ocurrir cuando las heces infectadas de la pulga se rascan sobre una picadura u otro tipo de abrasión en la piel, o entran en contacto con la conjuntiva del ojo. Se cree que las ratas, los tlacuaches y los gatos son los principales reservorios de la enfermedad en Texas.

Los enfermos de tifus presentan síntomas no específicos, entre ellos fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, malestar general, anorexia, mialgia, sarpullido, náusea y vómitos. Los resultados de laboratorio pueden incluir trombocitopenia, hiponatremia, transaminasas hepáticas elevadas y anomalías en el líquido cefalorraquídeo consistentes con la meningitis aséptica. Aunque el tifus transmitido por pulgas suele ser una enfermedad leve y autolimitada, más del 60% de los pacientes son hospitalizados. Desde 2003, en Texas se han atribuido ocho muertes a infecciones por tifus transmitido por pulgas. Si no se aplica un tratamiento, la variedad más grave de la enfermedad puede causar daños en uno o más órganos, incluidos el hígado, los riñones, el corazón, los pulmones y el cerebro. Como sucede con otras infecciones causadas por rickettsias, se recomienda iniciar tratamiento antibiótico de inmediato; no debe posponerse el tratamiento a la espera de recibir los resultados de las pruebas diagnósticas. Puede consultar otras guías sobre el tifus para el personal médico en el sitio web de los CDC: https://www.cdc.gov/typhus/murine/index.html

Entre 2000 y 2016, en Texas se registraron más de 2,800 casos de tifus transmitido por pulgas [mediana = 157 casos; máx. = 364 (2016); mín. = 22 (2001)], y se espera que en 2017 esta cifra supere los 400 casos. En años anteriores, el tifus se registró principalmente en el sur de Texas, a lo largo de la costa del Golfo (condado de Nueces) y en el centro del estado (condados de Travis y Bexar). En 2017 se ha observado una mayor actividad de la enfermedad en las zonas de Dallas-Fort Worth y Houston. Si bien estos casos se dan durante todo el año, la mayoría ocurre entre mayo y julio, con otro pico en diciembre y enero. Aunque el tifus puede afectar a personas de todas las edades, más del 25% de los casos se presentan en personas de 6 a 15 años.

Diagnóstico mediante pruebas de laboratorio de la infección por tifus transmitido por pulgas

Para confirmar el diagnóstico del tifus transmitido por pulgas, es necesario llevar a cabo una serie de pruebas de laboratorio. El método diagnóstico más eficaz y generalizado para confirmar la infección por R. typhi es la detección de anticuerpos IgG para R. typhi, que consiste en una prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFA) en especímenes de suero en fase aguda y convaleciente tomados al menos con un intervalo de separación de tres semanas. No obstante, dado que las enfermedades por rickettsias pueden tener una reacción cruzada, los especímenes deben analizarse utilizando un panel de antígenos de Rickettsia, incluyendo como mínimo la R. rickettsii y R. typhi, para diferenciar el grupo con fiebre maculosa del grupo con fiebre tifoidea. Si bien muchos laboratorios comerciales ofrecen pruebas serológicas rickettsiales, cabe señalar que las pruebas ELISA o EIA no son fiables para diagnosticar las enfermedades causadas por estas bacterias. Las pruebas moleculares son la opción más definitiva. Para detectar la presencia de fiebre maculosa o tifoidea, la sangre entera extraída pocos días después de contraerse la enfermedad se puede analizar mediante una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

El laboratorio del DSHS ofrece pruebas IFA para paneles rickettsiales. Se recomienda enviar un volumen de 2 mLs de suero por espécimen. Si los especímenes van a analizarse en 48 horas, las muestras de suero podrán refrigerarse para transportarlas al laboratorio. En caso contrario, deberán transportarse congeladas a una temperatura de entre 2° y 8°C. Si se opta por la prueba molecular, el laboratorio del DSHS podría remitir las muestras de sangre entera a los CDC. En el siguiente enlace pueden consultarse las guías para enviar especímenes al laboratorio del DSH para realizar las pruebas del tifus: Laboratory Services- Typhus. Si tiene alguna pregunta sobre las pruebas diagnósticas del tifus, llame al laboratorio del DSHS al 512-776-7514 en horario normal de oficina.

Notificación de enfermedades

Es obligatorio notificar todos los casos de tifus transmitido por pulgas al departamento local de salud (LHD) en un plazo de una semana. Si no existe una LHD, podrá notificarse al personal de la Unidad Regional de Control de Zoonosis del DSHS. La información de contacto de la Unidad Regional de Control de Zoonosis está disponible en el siguiente enlace: https://www.dshs.texas.gov/notifiable-conditions/-zoonosis-control/contact-information.